17/12/22

Cuando el pasado llama a tu puerta

Cuando el pasado llame a tu puerta, ábrele y recíbelo, pero no dejes que pase más allá del hall. Tal vez que se acomode lo suficiente como para tomar un café, hablar, comprender las cosas, ponerte en los zapatos del otro si es necesario. Y una vez todo esté dicho, abre nuevamente las puerta y déjalo ir. Es liberador.

Como dice la canción de Gloria Estefan, abriendo puertas, cerrando heridas. Aunque estén cicatrizadas, hay heridas que aún así duelen. Tal vez en su momento cerraste esa puerta mal cerrada y por ti misma, dejando toda la mierda dentro. Hay que volver a abrirla, volver a ventilar el alma y dejar que el aire fresco del presente lo renueve todo.

Hay asuntos pendientes del pasado que pueden que no duelan, pero sí escuecen. Si se puede poner remedio es mejor hacerlo, liberar el alma de cargas inútiles que nos hacen avanzar de forma lenta y titubeante hacia nuestro ser. Pero no te vuelvas a aferrar a aquello que pudo haber sido y no fue. Tuvo su momento y si no salió fue por algo más allá de ti, no tenía que ser y punto.

Y si se trata de amor, de tu primer amor, no tiene razón de ser hoy en día. Ya no. Dice otra canción de La oreja de Van Goh (Qué sabias que son algunas canciones, por eso son canciones), el amor verdadero es tan solo el primero, y los demás, son sólo para olvidar. Durante un tiempo esta frase se metió en mi cabeza, y con el paso del tiempo y de las personas por tu vida, comprendes que no es así. El más verdadero para ti puede que sí sea, por el mismo hecho de ser el primero y en una edad tan tierna, donde lo sentimos todo tan a flor de piel, tan real, con la inocencia e ilusión de quien está despertando a la vida. Pero de ninguna de las maneras en el único verdadero.

La vida es muy larga y da muchas vueltas, en una de esas te da cosas y personas maravillosas u horribles, lo mismo que gira otra vez y te las quita. Vive el día a día, ama en el momento justo y no olvides nunca que por muchas vueltas que da, quien siempre va a estar contigo desde el principio hasta el fin, eres tú mismo. Por eso, QUIERETE CON LO CURA E INCONDICIONALMENTE, es lo único cierto de la vida, tú mismo.

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