Viquejos, una mirada al pasado.

 Viquejos, una mirada a nuestro pasado más reciente, congelado en la indiferencia del tiempo.

Algunas de las casas aún conservan enseres en su interior de sus últimos habitantes.

Entrar en una de estas casas, de las que aún siguen en pie, es adentrarse en el pasado cotidiano de nuestros antepasados, algo fascinante.

El espejo con la bolsa de tela para los peines debajo. Imagino que al pie estaría un lavabo antiguo de palangana.

Fíjate en la tinaja que se ve reflejada en el mismo.

La chimenea, lugar neurálgico del hogar, con la despensa a un lado y una alacena al otro.

Una mesa baja de apenas un metro y pico cuadrado, donde se ponía la sartén u olla con la comida, y de ella directamente comían todos los miembros de la familia y algún arrimado.

Sillas bajas de anea para calentarse en invierno delante de la lumbre.

Cuartos minúsculos de ventanas también minúsculas, paredes blanqueadas, suelos de cemento (otros de tierra), puertas estrechas no más altas de metro setenta y cinco.

Cuadras comunicadas con la vivienda por una puerta. Gallineros y marraneras a escasos metros de la misma,...

Una vida sencilla llena de agotadores días trabajando de sol a sol. Tantas historias por contar, tanto que aprender de estos lugares,...

Bien lo dice el dicho: No olvidemos de dónde venimos para saber a dónde vamos.