Mostrando entradas con la etiqueta Buscando un sueño. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Buscando un sueño. Mostrar todas las entradas

16/5/12

BUSCANDO UN SUEÑO: Epílogo




EPÍLOGO:

Dedicado con mucho cariño a todas aquellas personas que han seguido desde aquí, mi casita, esta historia, en especial a Aras, que siempre ha tenido una palabra de aliento para mi humilde persona.
¡Muchas gracias guapa!



EDWARD


-Edward, ¿no hueles ese delicioso olor?
-No Bella. Sabes que eso no está bien.
-Pero es que, es irresistible.
-Cari, creía que esto lo tenías ya superado.
-Sí. Pero,… ¿realmente no te atrae este olor a sangre? Nos podríamos dar un festín, y hacer este día aún más especial.
-¡Bella! ¿No pretenderás morderle al padre Wilcox, delante del altar donde nos está casando?
-Para ser sacerdote su efluvio huele realmente bien. Y mis invitados,…

-Hoy este hombre y esta mujer están delante de Dios y de esta asamblea para confesar el amor mutuo y el deseo que les ha traído a esta ocasión. Han venido aquí libremente buscando la bendición de Dios, la de sus hermanos en la fe y de la sociedad para que ellos puedan unirse legalmente y felizmente como esposo y esposa.

Aquellas declaraciones de Bella mientras el padre Wilcox leía los votos de nuestra unión ante Dios, un Dios que tal vez no perdonaría nuestra naturaleza, pero al que nosotros aún teníamos algún tipo de fe; me alarmaron hasta tal punto que rápidamente con la mirada busqué la ayuda de Emmet y los demás mientras yo iniciaba una maniobra de placaje contra ella. Pero al observar las caras divertidas y risas por lo bajo de todos ellos; comprendí que Bella tan solo se estaba riendo de mí.

13/5/12

BUSCANDO UN SUEÑO:45º.- ¿Cullen o Vulturis?




Capítulo 45: ¿CULLEN O VULTURIS?


BELLA


Me estaba quemando viva por dentro. Ese fuego que recorría mis venas por todo mi cuerpo me hizo recuperar la consciencia. Toda mi vida parecía ahora haberse evaporado al contacto de ese fuego, y tan solo eso era mi realidad. Ese fuego que me estaba consumiendo.
Agua.
Necesitaba urgentemente una bañera de agua helada donde poder meterme y poder acabar con este eterno fuego que me recorría por dentro, quemándome las entrañas a mil grados.
Quise abrir los ojos, pero nada más pensarlo, el fuego se apoderó de mis párpados torturándolos con el insufrible dolor que me consumía.
Quise gritar, y de mi garganta salió el más terrible de los alaridos que jamás había escuchado.
Quise moverme, incorporarme y salir corriendo de allí, huir del dolor, pero mi cuerpo ya no era mío, no me obedecía. Ahora era pasto del fuego que corría por mi interior, y no pude moverme.
Me quedé allí tendida, como si fuera un pez fuera del agua, boqueando y suplicando por un poco de agua que me devolviera algo de vida. Que aplacara este fuego.
No sé cuánto tiempo pasé allí tumbada. Horas, días, semanas. Pero fue una eternidad. Mi cuerpo, agotado ante tanto sufrimiento parecía que paulatinamente iba cobrando vida propia. Los músculos parecían querer saltar de sus posiciones, y me dolían hasta los huesos. Mi corazón empezó a latir de forma arrítmica, fallando de cuando en cuando. Pero ya nada de lo que pudiera ocurrirle a mi organismo me importaba. Solo deseaba una cosa, que el fuego en mi interior cesara. Acogería de buenas ganas el abrazo de la muerte con tal de que ésta acabara de una maldita vez con todo este dolor.

10/5/12

BUSCANDO UN SUEÑO:44º.- Todo por Bella




Capítulo 44: TODO POR BELLA


EDWARD


-¿Edward?
-¡Déjame en paz!
-He tenido una nueva vis…
-¡Lo sé Alice lo sé! Una nueva visión donde siempre la ves al lado de Aro. Convertida en la hermosa vampira que es, con sus ojos ahora escarlata, y sin saber siquiera quién es. Ni quién soy yo.

Alice calló, consternada con mis palabras. Ella no tenía la culpa de lo que había pasado, pero siempre arremetía contra ella, pues era la única que se atrevía a acercarse a mí desde que Bella fue raptada por Aro. Porque eso fue, un vil rapto con coacción hacia la víctima. No me valía que ella se hubiera ido por voluntad propia. Ella jamás haría eso. Ella jamás expondría su vida de esa forma. La vida que ya había perdido.
Tragué una buena dosis de amargura junto con la ponzoña que hacía las veces de saliva, recordando todas las visiones que Alice había tenido de ella en los últimos meses.
Desde el mismo instante que desaparecieron los Vulturis del claro del bosque, dejándonos a todos los presentes extrañamente anonadados, sin siquiera saber quiénes éramos ni dónde estábamos; Alice tuvo ya la primera visión de Bella sufriendo una dolorosa conversión. Se retorcía de dolor en un viejo y mugroso camastro, en las penumbras de una desnuda alcoba de piedra.
Ya recuperados intentamos, porque desde ese mismo instante mi familia estuvo a mi lado, dar con ese lugar donde Aro se la había llevado para convertirla. Pero todo intento fue en vano. A pesar de que Carlisle conocía todas las posesiones de los Vulturis, al menos hasta que decidió abandonarlos, no fuimos capaces de dar con el lugar donde Bella se estaba convirtiendo en una inmortal, y de mano de uno de los vampiros más temerarios y ambiciosos de toda la historia. Recorrimos los distintos castillos y casas señoriales de los Vulturis en Italia, Rumanía, Alemania, Hungría y Ucrania. Nada. Montamos guardia durante meses en Volterra que es donde ellos tenían su cuartel general. Tampoco nada. Aro sabía esconderse muy bien de nosotros.

6/5/12

BUSCANDO UN SUEÑO:43º.- Mi vida y mi alma




Capítulo 43º: MI VIDA Y MI ALMA


BELLA


Ríos de lava,
Que se arrastran como serpientes,
Recorren mi cuerpo.
Compungida mi cara
Aprieto los dientes,
Ni un solo lamento.
Atravesado por una espada,
Mi corazón, incipiente
Camina hacia el averno.
Mi sangre se para
La ponzoña la hiere
Quemándome por dentro.
Ya he muerto.



-Ya puedes abrir los ojos y bajar cari, ya hemos llegado.

Nuestros cuerpos ya no estaban en movimiento. Una ligera brisa, helada por las fechas en las que estábamos, jugaba a su antojo con mis cabellos. Lentamente fui abriendo los ojos, y me encontré en medio de un hermoso claro en el bosque, junto con toda la familia Cullen y doce enormes lobos. Edward soltó delicadamente mis manos de su cuello, con lo que me permitió apoyar los pies en el suelo. Al verme allí el recuerdo de la pesadilla que había tenido días antes me golpeó. Era un paraje muy parecido al de mis sueños, demasiado parecido. La misma compañía, toda la familia Cullen, y más allá, sin querer mezclarse con nosotros, pero a nuestro lado, los lobos gigantes en los que eran capaces de convertirse el novio de Mia. Un radiante sol se desplegaba por todo el claro, reflejando los destellos de cada rayo por todas las superficies que tocaban. En especial por la piel de los vampiros, haciéndolos aún más hermosos, más atractivos; y más inalcanzables, más… peligrosos, podría decirse.

-Bella –Carlisle estaba dando algunas instrucciones, sobre todo a los lobos gigantes, y en cuanto llegamos se dirigió a mí–, no te separes de Edward por nada del mundo, y mucho menos de nosotros. Los vampiros a los que estamos esperando se alimentan de sangre humana y no van a tener ningún reparo en hacerlo con la tuya si tienen la oportunidad –asentí con la cabeza, aun sin ser consciente del peligro que me acechaba.
-Cari, ¿recuerdas los dos vampiros que os atacaron en Denver? –Edward me había agarrado por la cintura, y atrayéndome hacia él, intentó hacerme ver qué clase de vampiros estábamos esperando–, pues éstos son mil veces más peligrosos. Pase lo que pase, no te alejes de mí.

2/5/12

BUSCANDO UN SUEÑO:42º.- La espera




Capítulo 42º: La espera


EDWARD


La semana pasó rápidamente. Y cuando nos quisimos dar cuenta, los días soleados que había mencionado Emmet se nos echaron encima. Al mezclarse la manada en el asunto, Alice dejó de tener más visiones al respecto, así que intentar averiguar qué día exactamente vendría Aro era dar palos de ciego.
Toda la familia estaba tensa, incluida Bella, a pesar de no conocer el alcance del peligro de dicha visita. Una de las reglas fundamentales que habíamos quebrantado era la de que ningún humano podía saber de nuestra existencia. Y ahí estaba ella, conviviendo en una casa aislada en plena montaña, con seis vampiros. Y si no fuera por la situación, se diría que estaba feliz.

No quise volver a la universidad. No quería alejarme de la familia, y menos con ella a mi lado. La mansión de los Cullen estaba mejor equipada con las últimas tecnologías y comodidades, que un hotel de lujo. Y esos días fueron muy intensos para ella. No solo por el hecho de estar siempre a mi lado, sin límites entre nosotros; si no por la estrecha relación que fue fraguando con el resto de mi familia. Lo mismo podía ponerse a hablar con Carlisle de medicina, que con Esme de arte, o de deportes con Emmet. La relación que tenía con Alice y Jasper era ya a otro nivel. Ellos se consideraban como amigos de toda la vida, sobre todo con Alice, que de odiarla en la facultad, había pasado a ser su mejor amiga. Pronto Emmet la hizo víctima de sus bromas, pero ella, lejos de molestarse, le salía al quite airosamente, poniéndolo en más de una ocasión en evidencia. Bella encajaba a la perfección en la familia, y si no hubiera sido por la amenaza que se cernía sobre nosotros, hubiera podido jurar que fueron de los mejores días que pasamos juntos.

29/4/12

BUSCANDO UN SUEÑO:41º.- ¿Qué es un Vulturi?




Capítulo 41º: ¿Qué es un Vulturi?


BELLA

Apenas si teníamos tiempo para hacer las maletas y volver rápidamente a Chicago. Alice llamó de inmediato al aeropuerto, y consiguió cuatro asientos en un vuelo directo a Seattle, que salía en apenas dos horas, así que el tiempo era crucial.
Ya en el avión, me acomodé entre Edward y Alice, y poniendo la cara más convincente que pude, consciente de que de aquí no se podrían escapar, les pedí explicaciones de qué era lo que pasaba.

-Edd, ¿me puedes explicar lo que está pasando?
-Nada cari, simplemente volvemos a casa –estaba claro que él no iba a contármelo. Desde hacía tiempo lo notaba con una actitud sobreprotectora conmigo. Hasta el punto de no contarme nada de lo que pudiera pasar. Eso no se lo podía consentir, no ahora que sabía que algo grave pasaba. Si no, no habríamos dejado la cabaña tan precipitadamente, con lo bien que lo estábamos pasando los cuatro allí.
-Veo que tú no me lo vas a decir. Alice –me giré hacia ella, esperando una respuesta. Ella confiaba más en mí, y sé que no me ocultaría nada–, ¿me puedes decir qué es lo que pasa? ¿Quiénes son los Vulturis?

Ellos dos se miraron, cómplices. Había tensión en sus ojos, no estaban de acuerdo en lo de decirme lo que pasaba. A ella la veía con ganas de decírmelo; pero él, con su actitud protectora, la quería coartar para que no lo hiciera. Vi una oportunidad, ella quería contármelo, si la presionaba un poco lo haría, y justo cuando iba a abrir la boca nuevamente para llamar su atención, Edward habló.

26/4/12

BUSCANDO UN SUEÑO:40º.- Un nuevo tratado




Capítulo 40º: Un nuevo tratado


CARLISLE

Al terminar de hablar con Alice pude respirar tranquilo, siempre dentro de la amenaza que suponía una visita de Aro y compañía a Forks. Era evidente que ellos jamás aceptarían un tratado con los licántropos, y mucho menos que éstos mataran a uno de nuestra especie y salieran indemnes.
Era necesario que cuando se produjera dicha visita estuviéramos toda la familia juntos, así que me relajé cuando Alice me aseguró que venían para acá.
También era necesario advertir a los Quileute, deberían de saberlo y por lo menos poner tierra de por medio y salvaguardar a los niños y ancianos. En un hipotético caso de ataque de los Vulturis a la reserva, ésta sería masacrada sin contemplaciones. Un eventual ataque de Irina y Kate sí podrían haberlo ganado, con alguna baja. Pero uno contra los Vulturis, con todo el poder que ellos son capaces de desplegar, jamás lo ganarían.

Dejando a Esme y Emmet en casa, más tranquilos al decirle que en cuestión de horas Alice, Jasper, Edward y Bella estarían aquí, salí hacia el hospital. Allí podría encontrar la manera de ponerme en contacto con alguien de la reserva, pues yo no podía presentarme así como así en sus casas. Pero no hizo falta, al salir de nuestro territorio y entrar en zona neutral, en pleno bosque, un enorme lobo negro, flanqueado por cuatro más, me cortó el paso. Paré el coche en mitad del camino y sin tomar alguna precaución me bajé con intenciones de hablar con ellos. Enseguida me rodearon, tratando de intimidarme.

24/4/12

BUSCANDO UN SUEÑO:39º.- La visión




Capítulo 39º: La visión


EDWARD

Íbamos andando a paso humano, rodeando unas escarpadas colinas con el lago Michigan a los pies, hablando despreocupadamente de si Bella llegaría a ser realmente una inmortal como nosotros o no, cuando le llegó de repente. Los dos nos quedamos clavados en el suelo y Jasper, ajeno a aquella visión, avanzó unos cuantos pasos más. Él reconocía a la perfección los desencadenantes en Alice cuando tenía alguna visión, y al percatarse de que nos habíamos callado, y no lo seguíamos, se giró rápidamente hacia ella y le cogió la mano, como era costumbre en él cada vez que ella tenía una visión. La fui visualizando a la misma vez que ella. Entre brumas grisáceas se fue perfilando el recibidor de nuestra casa. Carlisle estaba allí en un primer plano, y ante s aterrada mirada, se presentaban ante él unas lúgubres figuras ataviadas con largas capas negras con capuchones, desde donde se podía ver resaltar el fulgor rojizo en sus ojos, el de los vampiros que se alimentan de la manera tradicional. Eran unas doce figuras, y entre ellas había un claro superior al que el resto obedecía ciegamente. Al descubrir su cabeza ante Carlisle, sin conocerlo de nada, supe quién era: Aro. Lo había visto miles de veces en los caóticos recuerdos de Carlisle el tiempo que convivió con ellos en Italia, siglos atrás. Era el más poderoso de los tres Vulturis, un exquisito y refinado vampiro de más de dos mil años, con el don de leer las mentes, no solo en el presente, sino también en el pasado, de todo aquel que tocara. Más allá de aquella docena de sombrías figuras, vi, tal vez protegidas por las mismas, a Irina y Kate, las hermanas de Tanya.

19/4/12

BUSCANDO UN SUEÑO:38º.- Venganza




Capítulo 38: Venganza



CARLISLE


Sabía que tarde o temprano sus hermanas aparecerían por aquí. Pero lo que no esperaba era que fuera la propia Rosalie la que las pusiera al corriente de la suerte que había corrido Tanya.
Rosalie se encolerizó el día que Alice trajo a Bella a casa. Eso fue demasiado para ella. Según ella no solo habíamos dejado a la manada matar a Tanya, que para ella era como una hermana, sin tomar represalia alguna contra ellos; sino que la causante de todo era bien recibida en casa, con todos los honores, como si fuera un miembro más de la familia.
Despechada y sin que Emmet pudiera detenerla, escapó rápidamente a Denali a contarles a Irina y Kate lo que había pasado con su hermana. Pocos días después se presentaron las dos hermanas ante mí, pidiéndome explicaciones. Rosalie, después de pasar por Denali y para evitar estar aquí ante un eventual enfrentamiento con nosotros, decidió volar hasta Londres y esperar allí a que la tormenta amainara. Por lo menos tuvo la delicadeza de avisarnos de que venían hacia aquí. Exigió a Emmet reunirse con ella, pero él, por una vez, no cedió ante ella y permaneció en casa, a la espera de ver cómo se desarrollaban los hechos.
Si Alice y Edward hubiesen estado aquí, todo habría sido más fácil, pues habríamos podido saber a qué atenernos, y actuar a favor de todos. Pero ellos estaban en Chicago. No las vimos venir hasta que, un día antes de fin de año, las oímos llamarme a mí desde el exterior de la casa. Con esa sola actitud de no querer ser recibidas en el interior, comprendí que habría un enfrentamiento, y no podría evitarlo con el diálogo.

16/4/12

BUSCANDO UN SUEÑO:37º.- De igual a igual



Capítulo 37º: De igual a igual



EDWARD


-Quiero que me conviertas en una vampira, y poder estar a tu lado para siempre.

Mi cuerpo se tensó con ella entre mis brazos, y tuve que hacer un gran esfuerzo para no apretarla entre ellos demasiado y lastimarla.
No sabía lo que decía. Condenarse a esta vida sin vida, a esta mortal inmortalidad, eternamente vagando por la faz de la tierra, con el deseo de la sangre siempre presente en tu cabeza.
No. Decididamente no sabía lo que decía.

Nos quedamos en silencio, no se atrevió a decir nada más al ver la reacción de mi cuerpo que de sobra había notado. Su embriagador efluvio me envolvía, y mientras mi nariz se perdía en sus cabellos, mi mente osó divagar con esa idea que ella misma había puesto sobre la mesa. Bella inmortal a mi lado, de igual a igual, y para toda la eternidad. Ni tan siquiera me había parado a imaginármelo porque ella no se merecía esta condena. Pero eso, eso sería todo lo que yo pudiera querer para toda esa infinita eternidad que me aguardaba. A mí vinieron imágenes de mis hermanos y de mis padres, todos ellos ya emparejados, y disfrutando sin medidas ni control alguno de sus respectivos. Y yo, yo condenado a estar solo. Me había hecho a la idea de que ahora que la había recuperado totalmente, podríamos disfrutar del tiempo que a ella le quedara de vida. ¿Sesenta años tal vez? Ese sería también lo que me quedara a mí, pues mi existencia sin ella carecía totalmente de sentido, ya lo había comprobado hacía escasas horas.
Pero ahora, con esa terrorífica y a la vez tentadora idea sobre la mesa, todo un mundo de posibilidades se habría ante mí. Si ella realmente quisiera,… si fuera,… si la pudiera convertir, y ser los dos iguales, eso sería…
No podía ni imaginármelo.

11/4/12

BUSCANDO UN SUEÑO:36º.- Quiero ser como tú



Capítulo 36º: Quiero ser como tú

AVISO: ESTE CAPITULO CONTIENE ESCENAS DE SEXO EXPLÍCITO.
Abstente si eres menor de edad, o no te agradan este tipo de escenas. Gracias.




Aquí me ves,
rendida a tu vida de diez a diez,
sin telas ni juicios, si ningún porqué,
sintiéndome libre, sintiéndome tuya, y amándote.

Aquí me ves,
aunque liberada, soy tu rehén.
Seduces, encantas, qué puedo hacer,
de la encrucijada que tienes montada no escaparé.

Te abriré las puertas del alma de par en par,
dispuesta a hacer todo a tu voluntad,
dispuesta a hacer todo lo que te dé la gana,
qué me importa.

Toda, de arriba a abajo, toda, entera y tuya,
toda, aunque mi vida corra peligro, toda,
de frente y de repente, toda, desesperadamente toda,
haz todo lo que sueñas conmigo.

Aquí me ves, eres mi testigo, eres mi juez,
mi trampa, mi vicio y mi no sé qué,
sintiéndome fuerte, sintiéndome al filo y amándote.

Aquí me ves,
como hipnotizada, cabeza y pies,
un poco embrujada y pues yo qué sé,
perdida en la magia de tantas palabras creyéndote.

Te abriré las puertas del alma de par en par,
dispuesta a hacer todo a tu voluntad,
dispuesta a hacer todo lo que te dé la gana, qué me importa.

Toda, de arriba a abajo, toda, entera y tuya,
toda, aunque mi vida corra peligro, toda,
de frente y de repente, toda, desesperadamente toda,
haz todo lo que sueñas conmigo.

Con tus besos vuelo,
en tus brazos juro, me siento más mujer.
Contigo desde cero, adonde quieras llego,
enamorándome, y deseándote...

Toda, de arriba a abajo, toda, entera y tuya,
Toda, aunque mi vida corra peligro, toda,
de frente y de repente, toda, desesperadamente toda,
Haz todo lo que sueñas conmigo.*


BELLA

Me dolía todo el cuerpo, como si hubiera corrido una maratón, ida y vuelta. Mas la placentera sensación de plenitud que sentía por todo mi organismo, era única. Y era la que siempre me llenaba cada vez que estaba con Edward. Hacía ya mucho tiempo que esa plenitud no me llenaba, pero esa noche me colmaba por todo mí ser.
Después de caer rendida entre sus brazos, duros, fríos, pero acogedores y terriblemente familiares; me dormí arrullada por su respiración. Al despertar enseguida lo eché en falta, y asustada con una sensación de vacío intentando anidar en mi corazón, me incorporé en la cama, buscándolo por toda la habitación. Al girar la cabeza hacia la chimenea, donde oía el crepitar de la leña seca, lo vi. Su figura, recortada con las chispeantes llamas del fuego que ardía delante de él, me dejó sin aliento. Era el mismísimo David de Miguel ángel. Su blanca piel reflejaba los destellos anaranjados del fuego, contorneando cada músculo de su fibrado cuerpo. No recordaba que Edward tuviera una anatomía tan marcada, notándosele cada músculo, cada pliegue, cada tendón en sus piernas y brazos, en su espalda y en sus glúteos. Era la perfección hecha carne.

4/4/12

BUSCANDO UN SUEÑO:35º.- Enséñame a amarte


AVISO: ESTE CAPÍTULO CONTIENE ESCENAS DE SEXO EXPLÍCITO. 
Abstente si eres menor de edad, o no te agradan este tipo de escenas. Gracias.


Capítulo 35º: Enséñame a amarte

EDWARD

El suave contacto de seda, caliente, se extendía a lo largo del recorrido que las yemas de mis dedos iniciaron ascendentemente desde la piel de su abdomen. Su mano guiaba la mía con destreza, más era la mía la que supo propiciar esas delicadas caricias que la hacían estremecer de arriba abajo. Una continua corriente eléctrica se iba desatando con cada roce, haciéndome estremecer a mí también, colmándome de deseo. Cuando llegué al contorno de uno de sus pechos, soltó mi mano y me dejó hacer a mi antojo. Lo abarqué con avaricia, sintiendo su suave tacto, y sintiendo cómo su pezón reaccionaba ante mi mano y el frío contacto de mi piel. Gimió de placer cerca de mi oreja, pronunciando mi nombre con cada exhalación suya, haciéndome sonreír. Eso le gustaba, pasito a pasito me iba mostrando cómo poder darle placer, como tantas veces había soñado a su lado.
Su mano, que momentos antes había soltado la mía, la dirigió a mi nuca, y agarrándome del cabello, me atrajo hacia sí, haciéndome posar mis labios en su cuello. No sé si fue el monstruo, o el animal el que me llevó a besar y lamer con desesperación toda su piel; tan sensible, tan caliente, tan palpitante ante mis labios. Me puse frenético ante tal provocación, y muy a mi pesar, tuve que apartarme de su contacto por miedo a perder el control.

2/4/12

BUSCANDO UN SUEÑO:34º.- Juntos de nuevo





AVISO: Este capítulo contiene ciertas escenas con una carga erótica. 
Abstente si no te agradan este tipo de escenas. Gracias.



Capítulo 34º: Juntos de nuevo.


EDWARD



Mientras estuviera corriendo no estaría pensando. No podría entrar en mi mente todos los pensamientos y consecuencias de lo que acababa de hacer. No podría pensar en que estaba dejando atrás a lo que más amaba en el mundo. Estaba huyendo de Bella, lo único que daba sentido a mi existencia, fuera humano o no. Pero ya no lo era. Ahora tan solo era una inminente amenaza para su vida. Y lo último que quería era que ella sufriera algún daño por mi culpa. Poner kilómetros de por medio era lo mejor que podía hacer.

Y eso era lo que estaba haciendo.

Después de correr a toda la velocidad que mis piernas me permitían, sin rumbo fijo ni destino alguno. Sin importar si era de día o de noche. Haciendo caso omiso a las inclemencias del tiempo, pues poco me importaba que estuviera lloviendo o nevando, que hiciera un sol de justicia, o que un tornado se cruzase en mi camino. Subiendo y bajando montañas y valles, cruzando ríos sin importarme mojar mis ropas, autopistas y carreteras. Atravesando desiertos, campos sembrados, parajes solitarios, y ciudades y pueblos por donde pasaba como una simple e insignificante brisa. Como parte la nada que era, pues estaba muerto desde hacía más de dos años. Llegué a lo que creía que era el mar. Me senté en una playa solitaria, a lo lejos se divisaban varios complejos turísticos, hoteles, y playas acondicionadas para el baño. Los pertinentes olores que captaba me daban a entender que no era el mar. Era agua dulce, mas no se veía la otra orilla ni con mi desarrollada vista. No sabía cuánto tiempo había estado corriendo, siempre en línea recta hacia el este. Un rápido repaso a la geografía estadounidense me dio la pista de que tal vez estaba a las orillas del Lago Michigan. Me aproximé a aquellas playas desiertas, y pude averiguar que estaba en las proximidades de Milwaukee. Y que efectivamente, estaba a orillas del Michigan. Si bajaba hacia el sur me encontraría con mi ciudad natal. Aquella ciudad que vio crecer nuestro amor. Y que la vio a ella sufrir lo insufrible con mi ausencia.

28/3/12

BUSCANDO UN SUEÑO:33º.- Buscando a Edward

Capítulo 33º: Buscando a Edward



BELLA


Alice subió al coche, y nos pusimos en marcha, siguiendo el camino que desembocaba en la casa de los Cullen. El día era, como siempre por esas latitudes, gris y húmedo. Mirando ese cielo siempre encapotado pude entender por qué se habían instalado en esa pequeña y olvidada localidad de la Península del Olympic. Su clima, húmedo y casi siempre lluvioso era el más propicio para ellos. Por la ausencia de sol prácticamente todo el año, ellos podían llevar allí una vida casi humana. Alice me sacó de mi ensimismamiento.

-No está aquí –No me hizo falta preguntarle nada. Por extraño que fuera, ella ya sabía lo que me había llevado hasta allí, y no era el clima precisamente.
-¿No ha venido? –La decepción se notó al instante en mi voz, casi temblorosa. Por un momento la idea de no encontrarlo me cruzó por la cabeza. Alice no le dio tiempo a esa idea de anidar en mi mente.
-No, pero no te preocupes. Te voy a ayudar a encontrarlo –sin apartar la vista del camino, pude apreciar en su cara una sonrisa de complicidad, que le devolví. Algo en mi interior me decía que esta alianza sería buena para mí–. Vamos a mi casa, y desde allí trazaremos un plan, necesito tu ayuda para saber dónde está.
-¿No lo sabes?
-Digamos que,… tengo algunas pistas.
-¿Algunas pistas? –Le pregunté, con curiosidad.
-¿Edward no te ha hablado nunca de nuestras habilidades extrasensoriales?

25/3/12

BUSCANDO UN SUEÑO:32º.- Perdiéndolo, ¿otra vez?

(Esta entrada de hoy va con especial cariño para el pueblo chileno)








Capítulo 32º: Perdiéndolo, ¿otra vez?



BELLA

Noté que algo iba mal al ver su reacción al separarse de mí tan bruscamente. Le echó la culpa a mi sangre, y en cierto modo lo entendía. Era un vampiro y se alimentaba de ella, y verla en mi ropa debería ser una provocación para él. Pero él nunca tomaría la mía, eso lo tenía claro. Lo que me dio realmente mala espina fue al girarse. La expresión de su rostro había cambiado como del día la noche. Sus ojos, ahora oscurecidos por una sombra dura, casi inhumana, me estudiaban en la distancia.

- Bella –me llamó. Con sus ojos ya me lo había dicho todo. Pero quiso hacer la herida más grande, y también me lo dijo con sus palabras, con una voz que no era la suya–, no podemos seguir con esto, es una auténtica locura. Yo soy un vampiro y tú una simple mortal –me quedé clavada al suelo, como si fuera un árbol de gruesas raíces. Y mientras mi corazón se iba rompiendo, otra vez con cada una de las palabras que iba escupiéndome a la cara, su boca seguía lanzándome esas flechas mortales–. Ahora pertenecemos a mundos distintos. No quiero seguir contigo. Es lo mejor. He de irme. Adiós.

21/3/12

BUSCANDO UN SUEÑO:31º.- Sangre

(Esta entrada de hoy va con especial cariño para el pueblo mexicano)


Capítulo 31º: SANGRE



BELLA

El cuerpo de Jacob era pura adrenalina, cada uno de sus músculos temblaba como poseídos por un terremoto interno, que se iba acrecentando conforme esos dos individuos se nos acercaban. Él era un tipo alto, rubio, barbilampiño, el pelo ni corto ni largo. Un cuerpo escultural, fibrado, se escondía debajo de sus desgastadas ropas. Increíblemente atractivo a pesar de la palidez de su piel, aunque con un algo que le daba ese toque de peligro, que a muchas chicas volvería locas. Ella era más baja, pero igual de hermosa. Su cara enmarcada por una maraña de cabellos color del fuego, largos, ondulados, y a pesar de llevarlos cada uno por su lado, le daba un toque sensual con el que la gran mayoría de chicos no podría evitar caer en sus redes. Pálida también, con un cuerpo bien contorneado, con cada curva en su sitio. No pude evitar compararlos con Edward y la familia Cullen, salvo por el terrorífico color de sus ojos escarlatas. Porque sí, en unos instantes llegué a la conclusión de que eran como los Cullen, vampiros. Pero algo en mi interior me decía que no eran exactamente como ellos, como Edward. Si él se hubiese presentado ante mí con esos ojos inyectados en sangre, habría salido corriendo de su lado.

17/3/12

BUSCANDO UN SUEÑO:30º.- Miedo



CAPITULO 30º: MIEDO


BELLA

Los ecos de las palabras de Mia y Jacob retumbaban en mi cabeza como si de tambores de guerra se trataran, cuando me sacaron con especial cuidado del coche de Mia, y me llevaron a casa. Era Jacob quien llevaba la voz cantante, y Mia tan solo era una repetición de lo que él decía. “Es muy peligroso estar a su lado”, “No debes confiar en ningún Cullen”, “No sabes a lo que te expones al estar en su compañía”,… y así hasta la saciedad. Aquel día en que aquella rubia por poco y me mata, mi mente se obstruyó de una manera, que tan solo podía hacer lo que me dijeran la gente de mi alrededor, de tal forma que si me decían que me tirara por un puente al vacío, me tiraría sin dudar. No atiné a nada más, después de sus palabras, lo único que deseaba era sentirme a salvo en casa, lejos de él.  Y vi cómo mi deseo se hacía realidad al abrirse la puerta del coche y ver la familiar cara de Mia, preocupándose por mí. Me sentí a salvo junto a ella, a pesar de que se estaba pasando tres pueblos con su actitud. Hasta llegó a molestarme en un momento dado. Pero después de todo lo que había oído de su boca, después de confesarme abiertamente que era un vampiro; necesitaba más que nunca que alguien me alejara de él. Una vez en el piso sé que Mia y Jacob se aprovecharon de mi estado, y así me liaron para que abandonara rápidamente la ciudad y me alejara de él lo más posible. Solo cuando tuve la maleta hecha y me dejaron un poco de intimidad con Ángela, fui consciente de lo que estaba haciendo, de lo que realmente había pasado, y de lo que sentía.

12/3/12

BUSCANDO UN SUEÑO:29º.- Tiempo



Capítulo 29º: TIEMPO



EDWARD


Si eso era lo que ella quería, sería lo que tendría. No hay criatura más paciente sobre la faz de la tierra que un vampiro; pues a fin de cuentas lo que más nos sobra es precisamente eso: tiempo.
Y el tiempo se fue pasando lentamente, una hora detrás de otra. Y nada. Ella no dio señales de vida. Me limité a dejar pasar ese tiempo, convirtiéndome en la piedra dura y fría que podía llegar a ser, ajeno al resto del mundo, indolente, imperturbable. Aunque realmente no era así. La roca inquebrantable tan solo era por fuera. Por dentro me moría a cada minuto, a cada segundo que pasaba lejos de ella, sin saber ni cómo estaba. Dejé que ese tiempo pasara, impasible en mi habitación, tal vez pendiente de Alice, por si tenía alguna visión de ella.
Un solo día había pasado, veinticuatro largas y angustiosas horas, que para mí parecieron veinticuatro siglos. Y como no podía aguantar por más tiempo su ausencia y su silencio, empecé a llamarla al móvil, y siempre lo tenía apagado. Dos días después, con las fiestas de navidades encima, decidí buscar a Angela y preguntarle por ella. No sabía qué le habría dicho exactamente, pero desde luego no perdía nada por acercarme a ella en la universidad y preguntarle por Bella. Era el último día de clases antes de las vacaciones, Angela y Ben terminaban de almorzar en la cafetería de la biblioteca. Mia no estaba por allí. Desde aquel día me había declarado la guerra, y por mucho que intentara razonar con ella no lograría ni tan siquiera que me escuchara. Pero con Angela y Ben sabía que tenía una vaga oportunidad de hablar civilizadamente con ellos e intentar averiguar algo de Bella.

8/3/12

BUSCANDO UN SUEÑO:28º.- Huyendo de mí





Capítulo 28: HUYENDO DE MÍ


EDWARD



-En un vampiro.

Ya lo había dicho. Ya le había revelado lo que era, un vampiro. ¿Me creería o me tomaría por un loco? Permaneció totalmente callada durante minutos. Yo conducía por la autopista el coche de Mia, a una velocidad prudente, no quería forzar el motor del cacharro. Conforme se iban sucediendo los kilómetros, e iban pasando los minutos, el silencio se iba haciendo cada vez más insoportable. Bella tan solo miraba el asfalto pasar por debajo de nosotros, no había apartado la vista de ese imaginario punto por encima del capó del coche que la tenía hipnotizada. Y a mí me tenía de los nervios. La miraba con el rabillo del ojo, sin apartar la vista de la carretera ni de ella, de su cara, de su expresión o de cualquier movimiento que hiciera. Después de haberle confesado lo que era, confiando en que ella reaccionaría de alguna manera, ver que tal reacción no llegaba me exasperaba. Y venía a ponerle la guinda al pastel el hecho de que precisamente a ella no pudiera leerle la mente. Al salir de la autopista entré en un área de descanso y apagué el motor del coche. Ella ni se inmutó, como si siguiéramos aun por la autopista. Alargué la mano y posándola sobre su hombro llamé su atención dándole dos golpecitos. Reaccionó como si la sacara de un largo sueño.

4/3/12

BUSCANDO UN SUEÑO:27º.- Soy un vampiro






Capítulo 27: SOY UN VAMPIRO



BELLA

Cruzando el pueblo los vi. El novio de Mia, Jacob, junto a sus dos amigos no nos quitaban el ojo de encima. Recordé cuando esta mañana se me acercó a advertirme del peligro que corría junto a Edward y su familia. Y lo que no me dijo es que él de alguna manera formaba parte de ese peligro, junto al profesor Uley. Había visto cosas muy raras, inexplicables. La rubia de esta mañana tenía los mismos “síntomas” de esa “extraña enfermedad tropical” que decía tener Edward y todos los miembros de su familia, incluido el doctor Cullen. ¿Qué estaba pasando aquí? Desde luego que quería unas respuestas, y el único que me las iba a dar no podía ser nadie más que Edward. Antes de que el coche saliera del pueblo, al cruzarnos con Jacob, le pregunté.

-Edward, ¿En qué te has convertido? ¿Qué sois? ¿Y qué son ellos? –señalé discretamente a Jacob y sus amigos.