Las lágrimas de San Lorenzo

 Estamos en el apogeo de uno de los espectáculos má simpresionantes que, año tras año, nos brinda la naturaleza: las estrellas fugaces de las perseidas, o lágrimas de San Lorenzo.

Este espectáculo lumínico sucede cuando la Tierra atraviesa la estela del cometa Swift-Tuttle. Este cometa, descubierto en julio de 1862 por dos astrónomos (Lewis Swift y Horace Tuttle) tarda 135 años en completar su vuelta alrededor del sol. Esta lluvia de meteoros solo es visible desde el hemisferio norte.

Se llaman Perseidas porque se pueden observar en la constelación de Perseo. Para situarte, debes colocarte mirando hacia el norte, y conforme avanze la noche, ir elevando la vista sobre tu cabeza.
Este año la luna llena no va a hacer fácil poder disfrutar del espectáculo. Pero salir al campo en estas fechas, en un sitio alejado de cualquier tipo de contaminación lumínica, y observar tranquilamente el firmamento, es ya de por sí una gozada para la mente y el espíritu.

Y recuerda, cuando veas una estrella fugaz, cierra ràpidamente los ojos y pide un deseo. En noches mágicas como estas todo es posible, y una estrella fugaz no se ve todos los días.

""Cuenta la leyenda que en el año 258, el emperador romano Valeriano ejecutó al Papa Víctor II mediante crucifixión. No contento con eso, exigió a los diáconos que le fueran entregadas al poder romano todas las riquezas de la Iglesia.

Era Lorenzo el encargado de guardar y administrar los bienes de la iglesia. Cuando las autoridades romanas le exigieron entregarlos, su reacción fue la siguiente: reunió un gran número de ciegos, impedidos, enfermos, pobres,... y los presentó ante el gobernador romano como las reliquias más valiosas de la Iglesia.

La respuesta del emperador no se hizo de esperar, condenándolo a morir de una de las formas más crueles conocidas: quemado vivo en una parrilla, como si fuera una chuleta. 

Dicho martirio sucedió el diez de agosto, y desde la Edad Media se relaciona la famosa y espectacular lluvia de estrellas de estas fechas, con el tormento que sufrió San Lorenzo, y las lágrimas que vertió mientras era asado vivo en la parrilla.""