Siento tu cálida mano aferrada con fuerza a la mía,
y te correspondo como mereces. La tarde va pasando, las aceras de la ciudad se
van deslizando suavemente bajo nuestros pies. Y el aire, que el atardecer va
refrescando paulatinamente, nos acaricia el rostro, juguetea con mis cabellos
sueltos, y me embriaga cada vez que trae a mi nariz el sutil olor de tu after
safe. Tus palabras me alhajan los oídos y el alma. Tu conversación me enamora,
y me cuentas entre líneas que eres alguien muy especial. Y yo presumo por toda
la ciudad de ti, yendo de tu mano por todas sus calles. Ocupamos un banco en un
parque, el de artillería me has dicho que se llama, y bajo la fresca sombra que
nos cobija, me pierdo en tus ojos, mansos, ávidos de amar y de vida. Como los míos,
como mi alma. Poco después me arrastras colina arriba hacia uno de los
miradores de la ciudad, que a nuestros pies, va languideciendo mientras el sol
alarga sus sombras. A unos pocos cientos de metros, desde el puerto el viento
nos regala su soplo salado, teñido de solemnidad por las campanas de la
catedral que le dispensan sus repiqueteos, siempre puntuales. Y esa brisa
marinera salpicada de mediterráneo, pone la magia suficiente para que, por un
instante, nuestros alientos se entremezclen. Un simple roce, los ojos
entornados, y mi acelerado corazón ya te pertenece para siempre.
La velada ha sido excepcional. Jamás pensé
encontrar en un sitio como este, un chico como tú.
…
¿Ha sido realidad, o lo he soñado?
Han pasado ya dos días, y esos recuerdos que llevo
tatuados en mis retinas de tu rostro, tus gestos, tu ojos; tu voz en mis oídos, se han ido
difuminando. ¿Cómo es posible, que algo que se llega a amar en unos segundos, y
que tanto anhelas volver a tener a tu lado, volver a sentir como tuyo; se haya
desvanecido tan rápidamente?
Porque así lo siento. Hoy miro mi mano vacía, y
siento la falta de la tuya. Sola. Solos se cierran mis dedos sobre la palma.
¿Fue real, o tan solo un sueño? Necesito sentir otra vez el tacto de tu piel, y
tu fuerza, agarrándome, porque así sabré que esa tarde inolvidable, fue una
certeza. Una de las más grandes en mi vida.
He escuchado hace un rato tu voz a través del móvil, y lo sé. Fue
un sueño, hecho realidad.
8 comentarios:
Que bonito!!! Yo quiero una tarde como esa!
Espero que se repitan, muchas, muchas, muchas!!
Besos
Que lindo esta!!! Es bonito cuando otra persona nos hace soñar de esa manera.
Me gusto mucho Luz, bendito sea el que te da la inspiración. Es bueno saber que mi amiga es feliz.
muy lindo gracias por compartirlo y espero que este bien y te mando un beso
Gracias chicas!
Pues sí, por ahí hay alguien especial que me inspira, y ya me ha regalado momentos con este.
Que tengáis una feliz noche!
Besos!
LU! bello relato que me hizo estremecer ,eres una genia
besitos
¡Guauu! Lu, que preciosa imagen de amor adolescente, nos haz dado, muy romántica, entremezclas el sueño y la realidad, ¡Hermoso!.
Un abrazo y gracias por tanta ternura.
que te has enamorado , seguro !!! suerte !! besosss
Gracias Mery, Rosa y Moli por vuestras palabras!!!
El amor, tanto si te pilla de repente a los 13 años como si viene en el último momento a los 90, es siempre adolescente. Porque te atrapa sin tregua ni cuartel, te llena el cuerpo de mariposillas, y te pinta la vida de colores, sea cual sea tu edad o condición.
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